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O Grove (Pontevedra), 26 de junio de 2023

La vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, y el conselleiro do Mar, Alfonso Villares, visitaron hoy las instalaciones que la empresa A Ostreira tiene en O Grove y que ven comprometido su futuro por las exigencias de Costas del Estado para la renovación de su concesión. El posible cierre de la planta, advirtieron, supondría un duro golpe para el sector marisquero gallego pues la empresa es la principal suministradora de la semilla de moluscos que se emplea para hacer las sementeras en los parques de cultivo y en los bancos marisqueros de las cofradías de pescadores.

La vicepresidenta segunda explicó que el problema surge porque la Dirección Xeral da Costa e do Mar exige que la empresa retire las piscinas de producción de fitoplancton -fundamentales para alimentar la semilla en la fase de preengorde- que tiene en terrenos de dominio público marítimo-terrestre. A Ostreira carece de espacios adicionales en los que construir unas piscinas alternativas, con el que la imposibilidad de mantenerlas en la localización actual supondría truncar totalmente su producción haciéndola inviable.  

Ángeles Vázquez incidió en que esta situación es una muestra más de las incongruencias del Gobierno central y de su estrategia continua para retirar cualquier instalación asentada en las cercanías del mar independientemente de su impacto socioeconómico y de que su actividad pueda desarrollarse o no más alejada del litoral.

En esta línea, lamentó que estamos ante una empresa que mismo quería ampliar su producción -pasando de tener cinco piscinas de fitoplancton a ocho- y que ahora está más preocupada por mantener, por lo menos, las instalaciones actuales que por crecer. Un ejemplo más, señaló la vicepresidenta, de los despropósitos que pretende evitar la Xunta con la Ley de ordenación y gestión integrada del litoral, actualmente en tramitación y que, de hecho, ampararía la localización actual de las piscinas.

En este sentido, explicó que la futura norma pretende otorgar seguridad jurídica a las empresas al tiempo que garantiza un equilibrio entre los valores ambientales, económicos y sociales desde un mejor conocimiento de la realidad gallega y de su territorio.

El conselleiro do Mar, por su parte, aseguró que un hipotético cierre de A Ostreira dejaría el sector marisquero gallego sin su principal suministrador de semilla, lo que tendría efectos nefastos tanto en las repoblaciones de los bancos y parques de cultivo del sector marisquero como, posteriormente, en su producción.

La rigurosidad extrema en la aplicación de la Ley de Costas del Estado y de su reglamento, lamentó Alfonso Villares, amenaza una pata fundamental del complejo mar-industria de Galicia y sus consecuencias -más allá de la propia empresa- pueden extenderse al sector marisquero, a las lonjas, a las empresas de depuración o a la cadena de comercialización, entre otras actividades relacionadas, afectando a la economía y al empleo de las zonas costeras.

El caso de A Ostreira se añade a otras empresas depuradoras y del sector marítimo-pesquero a las que el Gobierno central puso trabas en los últimos años para la renovación de sus concesiones por encontrarse en terrenos de dominio público marítimo-terrestre, lo que complica su futuro y su continuidad en su localización actual. 

A Ostreira

Esta empresa es el único productor de semilla de almeja fina, babosa, japonesa y también ostra de Galicia que controla la totalidad del ciclo productivo. El proceso comienza en sus instalaciones de Barizo (Malpica) donde se obtienen las larvas de reproductores seleccionados de la máxima calidad para su posterior traslado a la planta de O Grove, operativa desde 1984. Allí completan la fase de preengorde alimentándose del fitoplancton que se produce en las piscinas exteriores y pasan al proceso de engorde en batea, previo a que la semilla ya esté lista para enviar a los parques de cultivo o bancos marisqueros para hacer las repoblaciones.  

A Ostreira produce al año unos 150 millones de unidades de semilla de moluscos bivalvos convirtiéndose en la principal suministradora de Galicia. En 2018 puso en marcha un proyecto para ampliar su producción y dar respuesta a la demanda de semilla del mercado con el objetivo de producir entre 200 y 250 millones de unidades, lo que prácticamente permitiría cubrir las necesidades del sector marisquero gallego. No obstante, sus planes se vieron frustrados por los obstáculos puestos por Costas del Estado.