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Santiago de Compostela, 2 de julio de 2023 Mañana a partir de las 05,00 horas comienza en Galicia la campaña extractiva del pulpo y se prolongará hasta la fecha de inicio de la veda del año 2024, que se fijará a través del correspondiente plan y se publicará antes de su comienzo. Así lo especifica la resolución del plan experimental para la gestión de esta especie durante la campaña 2023/2024. Mientras la veda del centollo en la zona comprendida entre cabo Estaca de Bares y el río Eo, incluyendo la ría del Barqueiro, comienza mañana, 3 de julio, y se prolongará hasta el próximo 27 de noviembre.

El plan acordado por la Consellería do Mar y el sector sobre la pesca del pulpo permanecerá vigente hasta que se publique lo del año que viene, que fijará la siguiente veda. Segundo establece esta planificación para la campaña 2023/2024, a partir de 3 de julio -fecha en la que finaliza la veda- hasta el 31 de agosto a cuota máxima de captura de esta especie es de 35 kilos por barco y día, a la que se suman 35 kilos diarios por cada tripulante enrolado y a bordo, hasta un máximo de 240 kilos por jornada.

En el resto de la campaña a cuota máxima será de 55 kilos por embarcación y día, a los que se añaden otros 55 kilos por cada tripulante enrolado y a bordo, hasta un máximo de 350 kilos por barco y jornada de trabajo.

El horario de trabajo de las embarcaciones con nasa para pulpo se iniciará a las 06,00 horas -aunque pueden salir del puerto a las 05,00 horas- y finalizará a las 16,00 horas. El número de nasas permitido queda establecido en función del tamaño de la embarcación y del número de tripulantes enrolados a bordo.

En cuanto al régimen de calamento de las nasas, de cabo Silleiro a cabo Corrubedo los aparatos tendrán que levantarse y llevarse a puerto todos los días con las siguientes excepciones: en la zona de cabo Silleiro al Con da Aguieira aquellas que estén colocadas en fondos superiores a los 20 metros podrán permanecer en su calamento sin ser llevadas a puerto incluso durante el período de descanso semanal. El mismo regirá para la cara oeste de la isla de Ons, desde el Con da Serriña hasta el islote de O Centulo, donde las nasas podrán permanecer en su calamento sin ser llevadas a puerto y sin limitaciones de profundidad.

En la zona de Con da Aguieira hasta cabo Corrubedo, hasta el 1 de octubre tendrán que levantarse las nasas y llevarlas a puerto todos los días. Desde esa fecha hasta el inicio de la veda del año 2024 las nasas podrán permanecer calladas incluso durante el período de descanso semanal. En el resto del litoral gallego las nasas podrán permanecer en su calamento sin ser llevadas a puerto, incluso durante el período de descanso semanal.

La actividad será controlada a través del programa de seguimiento y control llevado a cabo por la Subdirección Xeral de Gardacostas de Galicia en colaboración con los gardapescas de las cofradías de pescadores y los servicios contratados al efecto.

La mayores, la Consellería do Mar está ultimando la modificación de la orden por la que se regulan los tamaños mínimos de diversos productos pesqueros en la comunidad autónoma con el objetivo de permitir una margen de tolerancia de 50 gramos de peso -en relación con la talla mínima de un kilo- después de realizada e inscrita la pesada en el momento del desembarque.

Veda del centollo en Lugo

En cuanto a la prohibición de extraer centollo en la provincia de Lugo, estará vigente desde las 00,00 horas de mañana hasta las 00,00 horas del lunes 27 de noviembre. Mientras, en las provincias de A Coruña y Pontevedra la veda del centollo comenzó ya el pasado 24 de junio y se prolongará hasta el próximo 5 de noviembre, día incluido.

Estos períodos de veda significan que queda expresamente prohibida la captura de esta especie para todas las embarcaciones por medio de cualquier arte en aguas de Galicia. De hecho, las embarcaciones dedicadas a la captura de centollo con nasas deberán retirarlas de su calamento y llevarlas a puerto.

La veda es una de las medidas que contribuyen a aumentar la biomasa y la regular a pesquería del centollo con el fin de ajustar la gestión pesquera al ciclo de vida de la especie y así proteger su reproducción y favorecer una explotación más sostenible de ambos recursos.